La
época del comienzo de clases puede poner de manifiesto algunas
conductas que indican la existencia de problemas en la visión.
por
MDZ Sociedad 10 de Febrero de 2015
| 06:41
Niños:
“Ojo perezoso” y trastornos de aprendizaje
Durante
los primeros 10 o 12 años de vida, el 80% de todo lo que aprende un
niño suele ingresar por los ojos. La visión es el sentido que
permite acumular conocimiento más fácilmente; y a esto se suma que,
por lo general, todos los contenidos educativos están diseñados a
partir de esta premisa. Por esa razón muchas veces se cree que un
niño posee problemas de aprendizaje, cuando en realidad el motivo
puede radicar en algún problema en su visión.
Desde
hace ya varios años se acostumbra la realización de un test de
aptitud visual a los niños que ingresan al colegio primario. Entre
los trastornos de la visión que se pueden descubrir ya a esa edad se
encuentran los errores de refracción como la miopía (mala visión
de lejos), hipermetropía ó astigmatismo (diferentes tipos de
dificultad para enfocar correctamente ya sea de lejos o cerca);
además otros trastornos como ambliopía (cuando un ojo es débil o
tiene menor fuerza visual; también conocido como “ojo perezoso”),
estrabismo (desviación de un ojo) y otros menos frecuentes como los
problemas derivados de la diabetes, glaucoma e incluso cáncer.
En
los últimos años, cada vez es más frecuente, que en los colegios
se exija dicho certificado antes del inicio de las clases. Pero en el
caso que esto no ocurra, es importante que los padres estén atentos
a una serie de signos que pueden alertar sobre la presencia de algún
problema en la visión de sus hijos; que a partir del comienzo de
clases se manifiestan con mayor facilidad. Además de otras señales
que se pueden identificar en edades aún más tempranas, en niños
que todavía no conocen las letras:
·
Que parpadee o se frote los ojos excesivamente.
·
Que se incline hacia delante al fijar la vista.
·
Que entrecierre los ojos para mirar o enfocar.
·
Dolores de cabeza, mareos y nauseas frecuentes.
·
Que al leer se acerque demasiado al texto.
·
Enrojecimiento de los ojos luego de fijar la vista.
·
Que desvíe alguno de los ojos.
·
Pérdida de la atención, incapacidad de aprendizaje y de focalizarse
en las tareas; como consecuencia de todos los aspectos anteriores.
·
Falta de confianza al subir o bajar por una escalera.
·
Que realice movimientos raros de los ojos (cruzarlos o
entrecerrarlos).
·
La preferencia por determinados tipos de actividades: por ejemplo,
los que padecen miopía suelen ser más tranquilos, tímidos y
prefieren las actividades con objetos más cercanos; mientras que los
hipermétropes suelen ser más extrovertidos e hiperquinéticos.
Es
importante que los padres estén atentos a los signos que nos pueden
alertar sobre la presencia de algún problema en la visión (que
suelen identificarse más fácilmente cuando los niños comienzan las
clases) para acudir a realizar un examen ocular, corroborar la
existencia de algún trastorno y comenzar así con su tratamiento
cuanto antes. Esto aumenta las probabilidades de recuperación y
permite a sus hijos desarrollar mejor los procesos de aprendizaje.
Trastornos
de la visión en la etapa universitaria
Debe
tenerse en cuenta que entre los 18 y los 23 años aproximadamente
existe un periodo en el que todavía puede aparecer algún grado de
miopía que no se haya manifestado en edades más tempranas. La
aparición de dificultad para ver correctamente de lejos, el
cansancio visual, las cefaleas luego de fijar la vista o los ojos
irritados al fin del día laboral o de estudio, pueden ser indicios
de la aparición de esta miopía.
Es
importante que los jóvenes adultos de esta edad estén atentos a las
mencionadas señales para tomar medidas preventivas o correctivas a
tiempo y así evitar un deterioro precoz de la visión. Suele ser una
etapa en la cual se evade el control oftalmológico anual
recomendado, por tener los mencionados una mayor independencia de sus
padres (que acostumbran estar más al pendiente de estas cuestiones)
y por la normal sobrecarga de actividades que se manifiesta en este
período de la vida.
Existen
además otros dos trastornos a los que los jóvenes están expuestos
especialmente a partir de este período de sus vidas, que también
pueden favorecer el desarrollo de problemas visuales. Por un lado el
denominado Síndrome de Visión Informática que es la consecuencia
de la exposición prolongada a pantallas luminosas a una distancia
reducida; causando síntomas como visión borrosa, fatiga e
irritación ocular, picazón, dolor de cuello, sensibilidad a luz,
sequedad, visión doble, mareos y cefaleas (principalmente frontales
o perioculares). Cerca del 90% de las personas que usan computadoras
durante tres ó más horas pueden desarrollar este síndrome.
Por
otro lado el llamado Síndrome del Edificio Enfermo. Esto se suele
dar en los ambientes laborales o universitarios modernos, donde la
temperatura y la ventilación son controladas totalmente a través de
sistemas internos, en los cuáles no se abren las ventanas
directamente al exterior para una ventilación natural y el aire
circulante proviene siempre de las cañerías internas; esto sumado a
la cantidad de partículas invisibles que despiden máquinas como
impresoras, fax, monitores, fotocopiadoras, etc. Estas partículas se
adhieren a la superficie ocular produciendo desde enrojecimiento
hasta picazón y malestar al final de la jornada laboral. La
indicación de un colirio adecuado y ciertas medidas de higiene
pueden ayudar a evitar estas molestias.
El
cuidado de la visión durante el ciclo lectivo
Existe
una serie de consejos que los padres pueden poner en práctica para
preservar la visión de sus hijos y ayudarlos a alcanzar un mejor
rendimiento escolar (o bien que pueden poner en práctica los jóvenes
adultos en edad universitaria):
·
Provéales un espacio de estudio con iluminación óptima. La
iluminación deficiente fomenta a que la visión se fuerce,
cansándose con mayor facilidad y favoreciendo el desarrollo de
diferentes afecciones visuales. Se recomienda ubicar las lámparas
estratégicamente para que iluminen los objetos en los cuáles
enfocan la vista y no de frente a los ojos. También se sugiere
utilizar lámparas blancas o de colores cálidos; y evitar el uso de
focos transparentes.
·
Intente formar hábitos para que mantengan una buena postura mientras
realizan tareas. Además de evitar problemas cervicales, cualquier
cambio en estos hábitos le ayudarán a identificar si surgen
problemas visuales.
·
Intente limitar el tiempo en el que están expuestos a pantallas (de
TV, computadora, videojuegos) en sus ratos de ocio. Y si existen
tareas que requieran el uso de la computadora, que descanse luego de
cada hora de uso.
·
Ayúdelos a mantener la humedad ocular. Esto se logra mediante el
pestañeo forzado (especialmente cuando permanecen mucho tiempo
frente a la computadora, donde no hay agentes externos que lo
provoquen) o mediante el uso de lágrimas artificiales sin
corticoides.
·
Se recomienda utilizar papel color mate, que es menos dañino para la
vista. El papel blanco refleja el brillo de cualquier tipo de
iluminación contra la superficie del ojo. El color mate absorbe y
atenúa el brillo.
·
Llévelos al control oftalmológico al menos una vez al año.
Poniendo
en práctica estos simples consejos, que quizás cueste durante los
primeros días, pero se convierten en hábitos con facilidad; podrán
ayudar a cuidar la salud visual de sus hijos en edad escolar.
Dr.
Ramiro Diez Olea Especialista en Salud Visual Infantil del Inst. de
Ojos Dr. Hugo Daniel NanoM.N. 92.722
Lic.
Juan Pablo Mantecón
Sinergia
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